
Las relaciones son difíciles y las consecuencias, con frecuencias desagradables. ¿Habrá llegado el momento de “desaprender” del modelo tradicional de recobro? Las llamadas o contactos telefónicos de recobro hoy, tienen un reto y deberán comenzar a recorrer el camino del desaprendizaje.
A la hora de hacer la tarea de recobro, nos hallamos con una realidad que nos invita a reflexionar y cambiar lo que venimos haciendo, si deseamos resultados diferentes. En los formatos actuales de llamadas, el gestor introduce discrecionalidad con pregnancia de juicios de valor inconvenientes que favorecen decisiones precipitadas e inadecuadas. Sin querer, los mismos interesados, convierten algo sencillo en difícil, por falta de formación suficiente. Tienen escasos modelos y fórmulas creativas, casi siempre dicen lo mismo, aun cuando provocan irritabilidad, creando así desajustes emocionales inoportunos.
En esta nueva era, es imprescindible actuar con profesionales que aun llevando años dedicándose a lo mismo, han avanzado en el desaprendizaje, adquiriendo otras habilidades en Tecnología Gestional y en metodología epistemológica, buscando enfoques distintos, sistemáticos, innovadores, proactivos y comprometidos con la realidad circundantes de sus clientes que acuden a profesionales del recobro que tienen profundos conocimientos de productos y servicios que gestionan.
Externalizar los procesos de recobro supone, en un corto período de tiempo, un valor añadido para la empresa. Estas se encuentran preparadas para la especial tarea del recobro. No se trata igual a un cliente que a un deudor, y cuando este sigue teniendo trato con la empresa, aún es más difícil todavía. El tiempo que debe dedicar una empresa al recobro en cuanto al coste interno vs. la eficacia es tan elevado que no hay espacio para asumirlo de manera integral.
Las fórmulas tradicionales de recuperación de créditos vencidos ya no son en absoluto fiables cuando son gestionadas con indagaciones pobres o ausentes en circunstancias necesarias que privilegian la prisa por obtener volúmenes con omisiones esenciales.
Hoy son insuficientes y es necesario aportar nuevas ideas y herramientas. España es el único país de la Unión Europea que no tiene reguladas las actividades del recobro extrajudicial de sus deudas; ello genera algunas prácticas abusivas creando incertidumbre y mala publicidad.
¿Cómo dimensionar y dar cauce a una profesión, eje básico de la gestión de cobros, certificada y diplomada en su expertise? Es uno de los principales retos de este tiempo.
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